viernes, 1 de julio de 2016

Faros en Den Helder

Reclamé un espacio en el mundo y este contestó:"Mate sus ilusiones, la idea de que es suyo el sonido o propia su muerte, viole al temor y haga del fuego las flamas para hacerse digno del espacio".

Era fantástico reír y que el órgano genocida de derechos cumpliera con su parte. ¡Presente! ¡Faro coronado de valles y volcanes en un lugar inaccesible! ¡El apartheid me lo trajo! Para ustedes, sobre ustedes: Den Helder.

Breve ilusión que nos hace recordar que solo existe por remeras, en fotos demacradas y en recuerdos holandeses. Recuerdos que son parte nuestra hasta que no sepamos que para obtenerlos hace falta el dolo, hace falta la actitud (totalmente perdida). Y hace falta que un memento balsámico sean la triste matriz que nos iluminen ese esplendor geométrico.

Esta ciudad tiene muerte por inanición del ánima. porque sigue a su yo, jamás tendrá:

Su furia dentada.
La depresión cercada.
Su sentir, verdadero.

Y acá eximido: Den Helder. Golpeándolo al yo. Confronto. Gritando.
¡Jamás se convertirán en lo que siempre quisieron ser!

(2015 - una letra del momento)

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